A veces la vida plantea ciertas situaciones en las que tenemos que tomar una decisión. Podemos tomarnos nuestro tiempo, pensar en las posibilidades. Pero tarde o temprano llega el momento en el que tenemos que reaccionar. Right Here, Right Now habla sobre tomar decisiones… ¡en el aquí y el ahora!
Miranda Bailey (Chandra Wilson) llega a Los Angeles para realizar el transplante de riñón de una paciente muy grave. Addison sigue afectada por la salida de Naomi del Oceanside Wellness Centre y por su quasi-romance con Noah. Sheldon se entera que Violet le dio su bebé a Pete; al no estar de acuerdo, Sheldon (el invitado casi permanente Brian Benben) solicita una prueba de paternidad. Cooper siente envidia por la relación que mantiene uno de sus pacientes adolescentes con su novia.
En Right Here, Right Now se ponen las cartas en la mesa: desde el inicio de la temporada vemos a Addison ausente, lamentándose de los cambios en su vida. Maneja una doble moral al sentirse bien por no pasar la línea con Noah, lo que a su vez la hace miserable porque realmente se enamoró. Ahora, con la visita de Miranda, se da cuenta que aunque ella cree que hizo bien, todo lo que pasó estuvo mal. Por fin logra descargar ese peso con una amiga que se encuentra fuera del contexto de Los Angeles. y se permite platicar al respecto con Naomi.
La visita de Bailey no nada más afecta a Addison. Al trabajar directamente con Sam deben de tomar decisiones ante las complicaciones del caso. Sam es el internista de Sara (Alexie Gilmore), tanto de su hermana Emily, la donante que tiene VIH. Bailey siempre ha sido un personaje fuerte, que hace en lugar de quedarse viendo. Sus palabras cambian a Sam, haciendo que tome una decisión: participar en la intervención al faltar un miembro en el equipo de transplante.
Violet regresa a trabajar, aunque no en el mejor de los estados. Tiene un largo camino por recorrer para superar lo que le ocurrió. Sheldon, al no estar de acuerdo con que el bebé viva con Pete, pide una prueba de paternidad, a lo que Violet acepta. Para Pete afrontar la posibilidad de que Lucas no es su hijo es casi imposible. Como le dijera Addison, es difícil hacer lo correcto.
Cooper tiene un paciente muy al estilo chico de la burbuja. Al ver que la relación que este mantiene con su novia supera todo tipo de barrera, comienza a cuestionarse sobre su vida sentimental. De nuevo, otro personaje tiene que tomar una decisión que cambiará su vida. Por fin se pone los pantalones, se comporta como un adulto y le informa a su novia Charlotte (KaDee Strickland) que van a vivir juntos como la pareja que son.
Momento memorable del episodio: Bailey planteando a la doctora King el transplante de un órgano infectado con VIH. Desde siempre, desde el primer momento que vimos a Miranda Bailey en Grey’s Anatomy conocimos a una pequeñita mujer de carácter, decidida e indestructible. Su vida personal se podrá desmoronar pero ella se mantiene profesional siempre.
De los tres crossovers entre Grey’s Anatomy y Private Practice, este es –por mucho- el mejor. Bien manejada la historia. El propósito/pretexto de la visita bien construido desde Grey’s… hasta su conclusión en Private... Los personajes muestran una evolución con lo que se justifica por completo el tema que se plantea para el episodio.
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