lunes, 4 de enero de 2010

Dennis Haysbert, uno de los héroes de Obama

1st Annual Noble Humanitarian Awards
Barack Obama se convirtió en el primer presidente negro en la Casa Blanca y ya empieza a notarse en Hollywood: Disney estrenará en breve «La princesa y la rana», la primera princesa negra de la historia de la animación. Antes de la jura del nuevo presidente el cine ya fabulaba desde hace décadas con esta posibilidad. En 1933 un niño de siete años llamado Sammy Davis Jr. fue el protagonista del musical «Rufus Jones para presidente», del director Roy Mack. Cuarenta años después James Earl Jones, el Darth Vader de «La guerra de las galaxias», interpretó «The Man», en la que ocupó la silla del mandatario más importante del mundo. Morgan Freeman, Chris Rock y Dennis Haysbert, también ocuparon en la ficción el Despacho Oval de la Casa Blanca. Freeman se metió en la piel del presidente Tom Beck, que tiene que enfrentarse a un cometa gigante que amenaza la Tierra en el filme de suspense apocalíptico «Impacto profundo» (1998). En aquella aventura, Washington tenía que organizar las evacuaciones masivas cuando se confirma que un asteroide chocaría contra la Tierra. En otros casos la llegada al centro de poder mundial no fue voluntaria para un negro, así le ocurrió a James Earl Jones en «The Man» (1972). En la película, el presidente muere, el vicepresidente se siente demasiado mayor para el puesto y, por lo tanto, debe hacerse cargo del despacto el presidente del Senado, Douglas Dilman, al que da vida Jones. Más recientemente, el cetro lo ha portado Chris Rock en la sátira política «De incompetente a presidente» («Head of State», 2003), en el que el protagonista, un concejal del distrito de Washington D. C.,  debe su salto a la candidatura a la Casa Blanca al fallecimiento del candidato oficial de su partido a última hora. 
Cuestión de raza
También la ficción televisiva ha anticipado en varias ocasiones este hito, la serie «24», protagonizada por Kiefer Sutherland, presentó incluso dos presidentes negros. En el papel de David Palmer, el actor Dennis Haysbert resistió varias temporadas como el primer máximo mandatario  de EE UU afroamericano en una serie televisiva. Finalmente, cayó víctima de un atentado. Su hermano Wayne Palmer, interpretado por D.B. Woodside, le sucede, pero con poco éxito debido a su impaciencia e inexperiencia. Al ganador de un Oscar Morgan Freeman, de 71 años, no le gusta que se destaque que fue en el cine el primer presidente negro elegido democráticamente en la ficción para dirigir en la Casa Blanca: «No interpreto al primer presidente negro. Encarno a un presidente, que casualmente es negro», asegura Freeman. El actor tiene entre manos el «biopic» de otro  de los grandes mandatarios del planeta, Nelson Mandela, al que interpreta en «Invictus», dirigida por Clint Eastwood.
Ahora es la fábrica de sueños Disney la que presenta su princesa negra de la historia. Tiana es la protagonista de «La Princesa y la rana», una tierna historia ambientada en los jardines de Nueva Orleans. Ésta es una prueba más de que con la llegada de Barack Obama la Casa Blanca empiezan a esfumarse muchos de los tabúes norteamericanos vigentes hasta hace poco. «La princesa y la rana» está dirigida por John Musker y Ron Clements y presenta a una heroína diferente. En un momento en el que los afroamericanos están ocupando el protagonismo en EU, Tiana llega a las pantallas de todo el mundo con cierta polémica ya que en el guión original la princesa se llamaba Maddy y trabajaba como criada para una familia blanca, características que algunos rechazaron por relacionarlo con el pasado y, especialmente,  la esclavitud.
Winfrey, asesora
El actual presidente de animación de Disney, John Lasseter, tuvo que salir al paso en el «Washington Post» asegurando que  «Hemos trabajado de cerca con muchos líderes de la comunidad afroamericana, de todo el país, para asegurarnos de que estamos haciendo algo de lo que se sientan orgullosas las familias afroamericanas», entre sus asesores está la diva televisiva Oprah Winfrey, que tanto apoyó al ahora presidente en su carrera electoral. Éste también es el caso de  Lasseter, quien explicó que fue idea de Clements y de Musker convertir a Tiana en una princesa negra y recalcó que ésta será una de las heroínas más importantes dentro de la factoría Disney.
Exportado desde Europa
El francés Luc Besson también quiso ponerle un rostro oscuro al hombre más poderoso del mundo en su filme futurista «El quinto Elemento», en el que el mundo, cómo no, está amenazado por una ofensiva extraterrestre. A los mandos de la operación, Danny Glover, que, sin embargo, la crítica consideró en su día que  el realizador francés había desaprovechado su talento interpretativo al dotar al personaje de una menor importancia de la que una ocasión así requería.
Vía La Razón

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