Como si no fuera la materia prima de Desperate Housewives, el tema principal de este episodio es la mentira, y no de cualquier tipo. Las mentiras entre amigos y seres queridos despejan el panorama de lo que está ocurriendo en Wisteria Lane. Hay nuevas pistas en el desarrollo de los personajes, aunque algunas no sorprenden del todo.
Mientras Julie sigue en el hospital recuperándose, Susan descubre que su hija tiene un amorío con un hombre casado. Lynette le sigue ocultando su embarazo a Carlos pero saca provecho a su supuesto nuevo escote para cerrar tratos. Gabrielle enfrenta fantasmas del pasado cuando descubre que su sobrina cree estar enamorada de su ex amante. Danny está preocupado por su reputación y su familia, especialmente por su mamá.
En este episodio, seguimos con el misterio del ataque de Julie. Susan quiere respuestas para entender lo que ocurrió. Al final de su investigación, muy al estilo Susan Mayer, descubre que no conoce a su hija. Queda claro que la relación madre e hija está desgastada por los años en los que Julie tuvo que ser fuerte por su madre. Ahora Susan tiene que serlo por su hija. ¿Podrá con el paquete?
Aunque en el episodio anterior no se trató, es obvio que Katherine tiene conflictos con la reciente boda de Mike. Es absurdo el estado de negación y fantasía en el que cae el personaje. Bree trata de regresar a la realidad a Katherine sin éxito.
La que muestra madurez es Gabrielle ante la responsabilidad de cuidar a su sobrina y a su familia. Por su parte, Ana es un personaje que enriquece la casa de los Solís. El cierre que le dan a la relación con John (Jesse Metcalfe), ex amante / ex jardinero, es impecable.
No sé por cuanto tiempo más pueda Lynette ocultar su embarazo. Por el momento, es lo que le da el toque cómico a la serie. Es admirable lo que soporta –además de las ventajas que tiene para sobresalir – en un trabajo donde imperan los hombres, sin contar que su propio jefe es un machista de lo peor. Como dije, a ver cuanto le dura.
El hilo negro que se descubrió hacia el final de este episodio: la relación entre Nick –Dominick– Bolen y Julie Mayer. Todo apunta a que el responsable del ataque a Julie es el mismo Nick pero sería una conclusión precipitada y simple. Sería importante señalar que Danny sabe, o cree saber, lo que oculta su padre. Además de que parece que existe un historial de violencia intrafamiliar. Si no es así, ¿por qué siguen dándole importancia a las cicatrices de Angie?
Al final, el capítulo da nuevas pistas del misterio. Me gusta el ensamble de los personajes, tanto que ni extrañamos a los demás personajes regulares. Sigo sin estar convencida por la trama de los Bolen. Hasta ahora ha sido predecible y sin sopresas, aunque puede que estén preparando un giro para esta historia, aparte del cliffhanger de mitad de temporada.
Fuente: http://tvlia.com
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