La perspectiva es vital en el mundo de la medicina. En la relación entre el paciente y su médico, entre los mismos colegas. Cuando se trata del trabajo en una sala de emergencias, las perspectivas se alteran. Estrés, miedos, toma de decisiones. Un paso en falso te puede costar la carrera.
Una paciente, que aparentemente estaba bien, muere en la sala de emergencia. Los doctores que se encontraban en turno no saben qué ocurrió, ni cómo resultó el caso una fatalidad. El Dr. Webber, junto con el director del consejo (Mitch Pileggi) y la asesora legal del hospital, aclaran los hechos entrevistando a cada uno de los involucrados con el caso.
Hay momentos en los que la perspectiva puede verse afectada a tal grado de poner en peligro el equilibrio de una institución, un equipo. Vaya que el guionista William Harper (5×13 Beat Your Heart Out) aprovecha esta idea para narrarnos, como nunca, los eventos ocurridos en el Seattle Grace. La perspectiva es fluctuante en momentos de estrés, donde afloran los miedos, todo dentro de una competencia.
I Saw What I Saw nos hace vivir el estrés que existe en esa sala de emergencia. Las doctoras que iniciaron con el tratamiento a la paciente, April Kepner y Reed Adamson, solamente estaban pensando en conseguir cirugías. Mientras que los demás —Karev, Avery, Denman, Yang, Little Grey— estaban dentro del juego, tratando de salvar vidas, como lo deberían de hacer todos.
Parte del estrés que se vive actualmente en el hospital es el miedo a ser despedido. Como lo menciona el Dr. Derek Shepherd, los doctores no son malos, son excelentes. El problema es que no se conocen, no hay confianza. Finalmente, Adamson tiene que afrontar lo que pasó, delatando a su compañera y mejor amiga. ¿Fue un acto egoísta? Esto ciertamente no lo veíamos en los viejos tiempos, donde se cortaban los cables del LVAD.
La competencia por mantenerse vivo continúa. No sabemos cómo será la siguiente baja, ni cuándo acabará el recorte. Este episodio aprovechó la evolución que se nos ha presentado para la sexta temporada. Dudo que los capítulos venideros saquen ventaja de la fusión Seattle Grace/Mercy West como este. Son tantos los personajes a los que les tienen que dar tiempo que solamente en episodios como estos pueden tener sus cinco minutos.
Vaya que los guionistas y la producción supieron manejar el paquete que les dejó el embarazo de Ellen Pompeo y la ausencia de Katherine Heigl. Precisamente por la cantidad de personajes que tenemos que seguir a lo largo del episodio, el ritmo lleva y la representación de Izzie —vía celular— hacen que este barco siga adelante.
Tengo que hacer especial mención para la directora Allison Liddi y el editor David Greenspan, ambos recurrentes en las producciones de Shonda Rhimes. Sin el trabajo coordinado de las cámaras múltiples y la excelente edición este episodio no hubiera sido lo que es. Ni los pseudo episodios épicos de mitad de temporada. Esperemos ver muchos más así.
Fuente: tvlia.com
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